El tren de levitación magnética es un hecho, gracias a la iniciativa china de romper los modelos convencionales y dar paso a las nuevas tecnologías.
Los europeos ya han experimentado desde hace años con la levitación, pero los mercados han impuesto su dictadura oponiéndose a su entrada en el mercado, como a otros tantos adelantos de la ciencia y la tecnología.
Una demostración más del peso de los grupos económicos de presión en los países desarrollados del norte y de los cambios que se avecinan de la mano de los países emergentes, a los que tanto miedo tienen algunos sectores de los llamados países desarrollados.
